top of page

¡Muy buenas, tragaldabas!

 

El 11 de diciembre nos dimos otra vuelta por Castellón para ver si podíamos traeros otra nueva delicia propia de esta ciudad tan enriquecida en cocina. Esta vez fuimos a algo distinto, un restaurante. Nos recibió Fernando, dueño y chef de La Cuina de Fernando.

 

En esta ocasión llegamos hasta allí en coche. Cerca de la salida sur, en la calle Joaquín Costa, encontramos el restaurante donde nos estaban esperando.

 

La verdad es que en un restaurante hay un ambiente completamente distinto. Se podía palpar la compenetración y preparación previa que tenía que haber entre todos los trabajadores, ya fuera dentro o fuera de cocina.

 

El restaurante abriría las puertas al público en unas horas, así que no podíamos estar demasiado tiempo, nuestra misión culinaria debía ser rápida.

 

El lugar estaba recién reformado, pues hacía relativamente poco que habían cambiado de local. Un aspecto pulcro y limpio que transmitía tranquilidad y cercanía. Lugar en el que esperamos hasta que pudimos pasar a cocina a que nos hiciera su plato.

 

Al entrar ya a cocina, Fernando nos explicó que lo único que quedaba por reformar era la cocina, la cual cambiaría totalmente de aspecto después del periodo navideño.

 

Fernando nos explicó lo que iba a prepararnos. Coca de Tomate, pues no hay cosa más típica de Castellón, puedes encontrarla en cualquier panadería por la ciudad o por los pueblos de la provincia. Pero la coca de tomate que nos iba a preparar no era la que todos conocemos y queremos, sino que era la receta llevada a otro nivel. En la Cuina de Fernando probamos nada más que su plato estrella, la coca de tomate deconstruida.

 

Y los escépticos pensarán “eso ni es coca ni es nada”. Error, podemos decir desde aquí que nunca habíamos probado una coca de tomate que supiera más a coca de tomate en nuestra vida. Sin duda un acierto culinario, tragaldabas.

 

Fernando construyó el plato frente a nosotros. Los ingredientes estaban ya elaborados, debido a su complejidad y al poco tiempo que disponíamos antes de que abriera el restaurante, si no queríamos interrumpir su labor como tal. Pero la demostración del emplatado fue más que suficiente para entender el esmero y el mimo que en La cuina de Fernando se le dedica a la comida.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

​

​

 

Una vez emplatado estaba listo para degustar. Con un aspecto lejos de ser mínimamente parecido al de la acostumbrada coca de tomate, el sabor era simplemente el mismo, además de simplemente exquisito.

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

 

Antes de despedirnos del restaurante, Fernando nos estuvo hablando algo más de su restaurante y de cómo había empezado siendo algo más pequeño hasta llegar aquí. Esta ya es cocina de más alto nivel, tragaldabas, pero que no conviene perderse en absoluto. Desde aquí os lanzamos la propuesta de ir a probar el plato estrella de La cuina de Fernando.

​

​

​

Os dejamos un video para que veáis el proceso, tragaldabas.

​

La primera capa de la reconstrucción de la coca será el tomate picado, seguido de una segunda capa de atún. Todo ello va cubierto por una espuma de crema de pimiento que irá decorada con miga y huevo.

Coca de tomate deconstruida

LA CUINA DE FERNANDO

¡Gracias! Mensaje enviado.

bottom of page